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Psicooncología, una herramienta imprescindible en el tratamiento del cáncer

Ante un diagnóstico de cáncer, existen muchas emociones que suelen aparecer.  La incertidumbre ante lo desconocido y el miedo a no saber qué va a pasar son emociones muy intensas y completamente normales, pero que generan mucho sufrimiento.

Según la OMS, el cáncer es la principal causa de muerte en todo el mundo. En 2015 se atribuyeron a esta enfermedad 8.8 millones de defunciones. Los cinco tipos de cáncer que causan un mayor número de fallecimientos son: pulmonar (1.69 millones de defunciones); hepático (788,000 defunciones); colorrectal (774,000 defunciones); gástrico (754,000 defunciones) y mamario (571,000 defunciones).

La psicooncología ofrece atención psicológica al paciente con cáncer y a su familia para identificar las posibles emociones que conlleva la nueva situación. 

Esta rama de la psicología ayuda a suavizar el impacto emocional que desencadena un diagnóstico de cáncer.

Facilita la adaptación de los pacientes a la enfermedad. Mitiga los efectos secundarios de los tratamientos médicos, como por ejemplo, la aceptación a la nueva imagen después de una mastectomía, la pérdida del cabello debido a la quimioterapia, entre otros.

El psicooncólogo ayuda al paciente y a su familia para que aprendan a vivir con la enfermedad. Se estima que los cuidados paliativos pueden aliviar los problemas físicos, psicosociales y espirituales de más del 90 % de los enfermos con cáncer avanzado.

Según la psicooncóloga, Marta de la Fuente, éstas son algunas de las emociones más significativas que experimentan los pacientes con cáncer y los pensamientos asociados a ellas:

  • Miedo: ¿Y si me muero?

  • Angustia: No voy a poder.

  • Preocupación: ¿Cómo me afectarán los tratamientos?

  • Enfado: No me ha servido de nada cuidarme todo este tiempo.

  • Tristeza: Mi vida nunca será la misma.

  • Culpa: Me tenía que haber dado cuenta antes.

  • Vergüenza: No quiero que me vean así, con este deterioro.

  • Injusticia: Soy una buena persona, no me lo merezco.

  • Impotencia: No puedo hacer nada ante esta situación, no hay nada que dependa de mí.

  • Incertidumbre: ¿Y si vuelve el cáncer? ¿Y si no me curo?

  • Desesperanza: ¿Para qué luchar si no hay solución?

Las diferentes emociones y sentimientos que experimentan los pacientes durante la enfermedad ocasionan que atraviesen tres etapas importantes.

  • Etapa inicial: Como primera reacción, la persona se ve incapaz de creer que ha sido diagnosticada con cáncer. A su vez, presenta rechazo y desesperación.

  • Fase de disforia: Esta etapa se caracteriza por sentimientos de depresión y ansiedad.  Esto provoca que los pacientes se encuentren más irritables, lo que afecta su día a día, y genera problemas para conciliar o mantener un sueño reparador o problemas en la alimentación.

  • Fase de aceptación: Finalmente, las personas aceptan el nuevo diagnóstico, buscan apoyo y comienzan a restablecer el curso habitual de sus vidas.

Relacionado con la existencia de estos efectos emocionales asociados al diagnóstico y tratamiento del cáncer, en 1979, un autor llamado Holland recoge esas reacciones emocionales y las nombra “Las 6D del cáncer”, por sus siglas en inglés.  Con ellas trata de explicar las reacciones que causa el cáncer en los pacientes.

1.    Death (muerte): miedo a las consecuencias de la enfermedad.

2.    Dependency (dependencia): de la familia y del personal sanitario.

3.    Disfigurement (desfiguración): cambios corporales físicos o funcionales.

4.    Disability (incapacidad): para la consecución de objetivos.

5.    Disruption (ruptura): principalmente de relaciones sociales.

6.    Discomfort (malestar): derivado de la enfermedad y del tratamiento.

Es de suma importancia que el paciente con cáncer cuente con una red de apoyo personal y social; esto se considera fundamental porque su carencia se ha relacionado con la aparición de enfermedades mentales, como la depresión. El apoyo social reduce la depresión, potencia la adherencia al tratamiento y mejora la calidad de vida de los pacientes enfermos.

Por María Inés Elgueta, Psicóloga

31 de enero 2020, Guatemala

Fuentes:

© 2020 María Inés Elgueta, protected under British Copyright Law 1988.

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